Los Derechos de los Familiares

Autor: Shaykh Muhammad Salih Al-Uthaymin

Fuente: Huqooq Da’at Ilayhal-Fitrah wa Qarrarthash-Sharee’ah (Páginas 11-13). (1).

Revista Al-Istiqaamah, pregunta nº 6, Dhul Qa’dah 1417H (Marzo 1997)

Los familiares son aquellos que están relacionados con usted através de la sangre y los estrechos vínculos, el tío, la tía, o sus hijos. Todo aquél que tiene un vínculo de relación con usted tiene ciertamente derechos sobre usted, en conformidad a cómo son de cercanos a usted. Sobre esto, Allah, el Más Alto, dijo: “Y dad a los familiares su derecho”. (Surah Al-Israa, 17:26). Allah, el Más Alto, también dijo: “Y adorad sólo a Allah, y no le asociéis con nada, y sed amables y buenos con los padres, y con los familiares”. (Surah An-Nisaa, 4:36).

Así que es obligatorio para todos tratar a sus familiares de la mejor manera posible, y apoyarlos de acuerdo a sus necesidades, y en lo que buscan ayuda y apoyo. Y esto es lo que es necesitado por la Shari’a (Ley Islámica Prescrita), el ‘Aql (razonamiento lógico) y la Fitrah (estado natural).

Y hay muchas evidencias textuales que alientan y fomentan el silatur-rahm (la unión de los lazos en las relaciones); como lo que Abu Hurayrah Raduallahuanhu relata del Profeta Sallalahu Aleihi Wa Salam, que dijo: “De hecho Allah creó la creación, y cuando Él terminó de hacerlo, el Rahm (la matriz o unión de la relación) permaneció y dijo: ¿Este es el lugar de quien busca refugio en Ti de los que son ásperos y cortan los lazos conmigo?. Así que Allah dijo: Sí, así es. ¿Harías el favor de mantener los lazos con aquellos que mantienen los lazos contigo, y cortar los lazos con aquellos que los cortan contigo?. Y el Rahm dijo: Sí, ¡así es!. Y Allah dijo: Entonces esto es para ti”. Entonces, el Mensajero de Allah Sallalahu Aleihi Wa Salam dijo: “Recita si lo deseas: Lo harían, si les dieras la autoridad, a causa de la corrupción en la tierra, y el abandono de las relaciones. Ellos son de los que son maldecidos por Allah, y que Él les ensordece y les ciega”. (Surah Muhammad, 47:22-23). (2). El Profeta Sallalahu Aleihi Wa Salam también dijo: “Todo aquél que cree en Allah y en el Último Día mantienen los lazos de las relaciones”. (3).

Desafortunadamente, mucha gente no cumpllen con este haqq (derecho) y transgreden los límites en esto. Algunos de ellos no tratan de sumarse e lazos con sus parientes o muestran gentileza hacia ellos; tampoco através de la riqueza, o através de una buena conducta, o através de hacerles regalos de vez en cuando ni através de brindarles ayuda en sus momentos de necesidad; de hecho, durante muchos días o meses pueden no pasar a verles o visitarles. Y algunas veces, en lugar de tratar de unir los lazos de relación, algunas personas incluso intentan romper con tales vínculos, tratando de dañar a sus familiares.

Algunas personas solamente mantienen lazos de relaciones con aquellos que mantienen esos lazos con ellos, pero cortan con aquellos quienes los cortan con ellos. Así que esta gente no son los verdaderos waasils (los que mantienen los lazos de relaciones), sino que son aquellos que lo hacen basados en el toma y daca (expresión de dar lo que se recibe). Así que ellos solamente mantienen los lazos con aquellos que los mantienen con ellos si son familiares, u otros diferentes. Sin embargo, el verdadero waasil (el que mantiene los lazos de relaciones) es aquél que mantiene los lazos de relación por causa de Allah, a pesar de se mantienen con él los lazos o no. Abdullah Ibn Amr Radiallahuanhu relata que el Profeta Sallalahu Aleihi Wa Salam dijo: “El waasil (el que mantiene los lazos de relaciones) no es quiem meramente lo hace recíprocamente. Más bien, el waasil es quien incluso cuando los familiares cortan con él, él aún mantiene lazos con ellos”. Así que un hombre preguntó: Oh mensajero de Allah, tengo familiares con quienes mantengo lazos de relación, aunque ellos los han cortado conmigo. Les trato amablemente, aunque ellos me tratan de mala manera. Y yo me abstengo y soy paciente con ellos, aunque ellos se comportan duramente y con ignorancia hacia mi. El Profeta Sallalahu Aleihi Wa Salam dijo: “Si la situación es como dices, entonces es como si estuvieras atiborrando sus bocas con arena. Y Allah continuará ayudándote y apoyándote tanto tiempo como tú continúes haciendo lo que estás haciendo”. (4).

Si no hubiera otras recompensas por mantener los lazos de relaciones, excepto que Allah mantenga lazos con el waasil en este mundo y en el de ahora en adelante, y que Él extienda Su Misericordia por ese motivo, y haga los asuntos fáciles através de ello, y borre angustias y ansiedades por ello, entonces eso sería más que suficiente. Sin embargo, seguir con esto, silatur-rahim (unir los lazos de relaciones) trae con ello la cercanía a la familia de uno y a los parientes, así como amor y compasión promovidos entre uno y los otros, y su ayuda mutua, en tiempos de facilidad y apuro, entre uno y los otros, y otras tales alegrías y deleites, como es experimentado y bien sabido. Y cuando los lazos de relaciones no son mantenidos, entonces cada uno de lo arriba mencionado se vuelve en beneficio de los contrarios, y un gran daño entra en la sociedad.

(1). Huqooq Da’at Ilayhal-Fitrah wa Qarrarthash-Sharee’ah (páginas 11-13)

(2). Relatado por Al Bujari (nº 1987) y Muslim (nº 3456)

(3). Relatado por Al Bujari (nº 6138), de Abu Hurayrah Radiallahuanhu

(4). Relatado por Al Bujari (nº 5911)

Traducido del Inglés por: UmmuAbdulKarim Al Isbaniya

Fuente: http://abdurrahman.org/


Por: El Noble Escolar, Shaykh Muhammad Ibn Saalih Al-Uthaymeen (1)

Majmoo’ul Fataawaa War-Rasaa’il (nº 155)

Revista Al-Istiqaamah, pregunta nº 3, Rabi’ul Awwal 1417H (Agosto 1996)

Pregunta: “Allah Ta’ala dice: (Y tu Señor dice: Invócadme y Yo responderé vuestras súplicas)”. (Surah Ghaafir, 40:60). Así que, ¿por qué a veces la du’a (súplica) de una persona no es respondida?.

Respuesta: “Todas las alabanzas son para Allah, Señor de los mundos. Puedan las Oraciones y la Paz ser sobre nuestro Profeta Muhammad, y sobre su Familia y sus Compañeros. Le pido a Allah la capacidad de estar en una creencia correcta, en discurso y acciones, para mí mismo y para mis hermanos.

Allah Ta’ala dice:

“Y tu Seños dice: Invócadme y Yo responderé vuestras súplicas. Ciertamente aquellos quienes son demasiado arrogantes para adorarme entrarán en el Infierno en humillación”. (Surah Ghaafir, 40:60).

El interlocutor declaró que de hecho él hizo du’a (súplica) a Allah, el Poderoso y Majestuoso, pero no fue respondido por Allah. Así que él está en duda con respecto a esta noble aya (verso), en el que Allah promete responder a quien Le suplica, y de hecho Allah, el Más Perfecto, nunca rompe Su promesa.

Por lo tanto la aclaración de esto es que hay ciertas condiciones que necesitan ser cumplidas conforme para que una súplica sea respondida. Estas condiciones son:

En primer lugar: Sinceridad a Allah, el Poderoso y Majestuoso. Es decir, uno debe ser sincero en su du’a, así que se vuelve a Allah el Único, libre de toda imperfección con un atento corazón, siendo veraz en su retorno a Él, sabiendo que Allah, el Más Perfecto, el Más Alto, es capaz de responder su du’a y esperando que la du’a será respondida.

En segundo lugar: Durante la du’a, la persona que llama debe sentir que está en necesdidad de que Allah, el Más Perfecto, el Más Alto, efectivamente en una desesperada necesidad; y que sólo Allah sólo Él responde la súplica de alguien en peligro y el Único que quita el mal.

En tercer lugar: Que el que hace du’a debe inhibirse de los asuntos haraam (ilícitos), estos actos son como una barrera entre la persona y su du’a para ser respondida como ha sido establecido en el hadiz auténtico, del Profeta Sallalahu Aleihi Wa Salam, que dijo: “De hecho Allah, el Más Alto, es bueno y acepta sólo lo que es bueno. Allah ha ordenado a los Creyentes hacer lo que Él mandó a los Mensajeros. Allah, el Más Alto, ha dicho:

“¡Oh Mensajeros!. ¡Comed de las cosas buenas y haced acciones justas”. (Surah Mu’minoon, 3:51).

Y Allah, el Más Alto, dijo:

“¡Oh vosotros que creéis!. Comed de las cosas buenas con las que Nosotros os hemos provisto”. (Surah Al-Baqarah, 2:172).

Entonces él menciona el caso de un hombre que habiendo viajado lejos estaba desgreñado y polvoriento y quien extendía sus manos al cielo diciendo: ¡Oh Señor!, ¡oh Señor!, mientras su comida era ilícita, su bebida ilícita y estaba alimentado ilícitamente. Así que, ¿cómo puede ser respondido?. (2). Así que el Profeta Sallalahu Aleihi Wa Salam explicó la improbabiliddad de que la du’a de esta persona fuera respondida, incluso después de cumplirse los factores aparentes que ayuden a la du’a a ser respondida. Los factores aparentes son:

(a) Levantar las manos hacia el cielo, significa hacia Allah, el Poderos y Majestuoso, ya que Allah está sobre los cielos, sobre Su Arsh (trono). Prolongar las manos hacia Allah, el Poderoso y Majestuoso, está en las causas para que la du’a sea respondida, como se muestra en la narración del Profeta Sallalahu Aleihi Wa Salam que dice: “De hecho tu Señor está Vivo, el Más Generoso. Él siente timided cuando Su siervo levanta sus manos hacia Él, invocándole, y Él le devolviera vacío, sin nada”. (3).

(b) Este hombre que invoca a Allah, el Más Alto, usando el nombre Rabb (Señor). Buscando tawassul (los medios de acercarse a Allah) con este nombre es también obsevado como una de las causas por las que la du’a es respondida, ya que el Rabb es el Creador, el Dueño, el Governante de todos los asuntos, y los reinos de los Cielos y la tierra están en Sus Manos. Debido a esto, encontrarás que muchas de las súplicas hechas en el Noble Corán son por este nombre:

“¡Oh Señor!. Hemos oído la llamada que nos llamaba a la Fe: ¡Creed en el Señor!, y hemos creído. ¡Nuestro Señor!. Pérdonanos nuestros pecados, y borra de nosotros nuestras malas acciones, y toma para Ti mismo nuestras almas en la compañía de los virtuosos. ¡Nuestro Señor!. Confiérenos lo que Tú nos prometiste por medio de Tus Mensajeros, y no nos deshonres en el Día del Juicio, porque Tú nunca rompes Tu promesa. Y su Señor les ha aceptado, y respondido: Nunca dejaré que se pierda el trabajo de ninguno de vosotros, ya sea hombre o mujer”. (Surah Al-Imraam, 3:193-195).

Así que tawassul (buscar los medio de acercarse a Allah) mediante este nombre es una de las causas por las que la du’a es respondida.

(c) Este hombre era un viajero, y el viaje es también una causa para que la du’a sea respondida, porque una persona siente que necesita más de Allah, el Poderoso y Majestuoso, cuando está viajando, que la persona que está habitando con su familia. Él estaba polvoriento y desgreñado, pareciendo muy insignificante para sí mismo, como si la cosa más importante para él fuera implorar a Allah e invocarle, en las condiciones en que pudiera, incluso polvoriento y desgreñado, o en la facilidad o en la opulencia. Estar polvoriento y desgreñado es algo instrumental, como en el hadiz atribuído al Profeta Sallalahu Aleihi Wa Salam en el cual dijo: “De hecho Allah presume ante la gente del Cielo sobre la gente que permanece en Arafah diciendo: Mirad a Mis Siervos que vienen a Mi polvorientos y desgreñados”. (4). Sin embargo, estos factores no traen nada, si su comida, su alimento y su vestimenta son del haram. Así que el Profeta Sallalahu Aleihi Wa Salam remarcó: ¡Así cómo pueden ser respondidos!.

Por lo tanto, si estas condiciones no son satisfechas, entonces la pregunta concerniente a la du’a es respondida desde la distancia. Sin embargo, si las condiciones son satusfechas y lo que se suplica no es aún respondido, entonces esto se debe a una sabiduría que Allah, el Poderoso y Majestuoso, conoce, y el suplicante no conoce cuál es esta sabiduría; y quizá es que te guste una cosa y que sea mala para ti.

Por eso, cuando estas condiciones son cumplidas y el suplicante no es respondido, entonces está siendo protegido de un mal que es más grande que lo que pedía, o Allah lo deposita para él hasta el Día de la Resurrección, y entonces él consdiga una mayor recompensa. Esto es así porque el que hace du’a, invocando a solamente a Allah, cumple las condiciones y no es respondido, pero más bien está a salvo de un mayor mal, está en la posición de haber realizado las causas aunque ha sido prevenido de ser respondido, y por consiguiente tiene doble recompensa. Una recompensa por hacer du’a, y otra recompensa por soportar la prueba de no ser respondido. Así que lo que es más grande y más completo es lo que depositó para él Allah, el Poderoso y Majestuoso.

De igual importancia es que el suplicante no debe expresar insatisfacción si su du’a es aparentemente no respondida, porque esta es una acción que hace que la du’a no sea respondida, como el Profeta Sallalahu Aleihi Wa Salam dijo: “La súplica de un siervo continúa ser respondida mientras no se cometa nada pecaminoso o se rompan los vínculos de relaciones, y siempre que no se sea impaciente”. Se dijo: He suplicado, he suplicado, y aún no he sido respondido”. (5). Él comienza, por consiguiente, a descuidar y abandonar la suplicación. Así que no es conveniente que el suplicador se impaciente por ser respondido, entonces se siendo decepcionado y descuidado, y de tal modo abandona el hacer du’a. Más bien, quien invoca a Allah, desde cada du’a que hace a Allah es un acto de adoración, que te lleva cerca de Él e incrementa tu recompensa.

Así que, mi hermano, debes tomarte el hacer du’a para todos los asuntos, sean generales o específicos, en la dificultad y la facilidad. Y si esa súplica fuera solamente una manera de adoración a Allah, el Único libre de imperfecciones, el Más Alto, entonces eso sería suficiente. Por lo tanto sería más conveniente que una persona tenga como objetivo esto, y con Allah se encuentra el éxito y la capacidad”.

Pie de Notas:

(1) Majmoo’ul Fataawaa Wa Rasaa’il (nº 155)

(2) Relatado por Muslim (nº 1015) de Abu Hurayrah Radiallahuanhu

(3) Sahih: Relatado por Ahmad (5/438) y Abu Dawud (nº 1488). Fue autentificado por Al-Hafid Ibn Hajar en Fathul Baaree (11/143)

(4) Sahih: Relatado por Ibn Hibbaan (nº 1006) de Abdullah Ibn Amr Radiallahuanhu. Fue autentificado por el Shaykh Al-Albani en Saheehul Jaami’ (nº 1868)

(5) Relatado por Al Bujari (11/140) y muslim (nº 2735) de Abu Hurayrah Radiallahuanhu

Traducido del Inglés por: UmmuAbdulKarim Al Isbaniya

Fuente: http://abdurrahman.org/





En el Nombre de Allah, el más Clemente, el Más Misericordioso

Describiendo el Paraíso, Allah Ta’ala dijo:

“De hecho Allah hará entrar a aquellos que creen y hacen justicia y acciones correctas dentro del Paraíso, bajo el cual corren ríos. Donde serán adornados con brazaletes de oro y perlas y sus prendas serán de seda”. (Surah Al-Hajj, 22:23).

“De hecho los piadosos y obedientes estarán en el Paraíso, entre jardines y fuentes. Les será dicho: ¡Entrad! En paz y seguridad. Y se romoverá de sus corazones cualquier sentimiento de enfermedad, así que serán como hermanos, unos enfrente de otros en tronos. Ningún sentimiento de desasosiego les tocará, y serán de aquellos a quienes nunca se abandone”. (Surah Al-Hijr, 15:47).

“Paraíso, esa preciosa santidad hacia la que, a lo largo de los años, los Creyentes corren alrededor.

Paraíso, una llama ardiente que estaba en los corazones de nuestros Salafus Salih (Piadosos Predecesores), una llama que les impulsaba a aspirar a los más altos ejemplos de valor en la Jihad y de sacrificio.

Paraíso, ese noble objetivo en el que los ojos aspirantes son fijados alrededor y que anhelan las almas, en todos los tiempos y todas los lugares. Encuentran mundanales aflicciones agradables para ellos en aras de alcanzar el Paraíso. De hecho, entrar dentro y permanecer allí es considerado el mayor objetivo para los Creyentes, y es una esperanza que se mantiene a la vista a lo largo del viaje de la vida. ¿Con qué frecuencia el Paraíso ha sido el incentivo y la motivación por la bondad y la verdad, a pesar de los peligros, las aflicciones y las espinas que se encuentran a lo largo del camino, incluso si lleva a una muerte certera.

Este fue el caso en los días del Profeta Sallalahu Aleihi Wa Salam, como Anas Radiallahuanhu relató: “Un vez el mensajero de Allah Sallalahu Aleihi Wa Salam y sus Compañeros nos dirigíamos hacia Badr y llegaron allí antes que los incrédulos de Meca. Cuando los incrédulos llegaron el Mensajero de Allah Sallalahu Aleihi Wa Salam dijo: (Ninguno de vosotros debería proceder llevándome ventaja en nada). Entonces los incrédulos avanzaron hacia nosotros y el mensajero de Allah Sallalahu Aleihi Wa Salam dijo: (Levantaos para entrar en el Paraíso, cuya anchura es igual a los cielos y la tierra)”.

Umayr Ibn Al-Humaan Al-Ansaaree Radiallahuanhu dijo: ¡Oh mensajero de Allah!. ¿Es el Paraíso igual en anchura que los cielos y la tierra?. Él dijo: “¡Sí!”. Umayr entonces exclamó palabras de asombro y excitación, así que el Mensajero de Allah Sallalahu Aleihi Wa Salam le preguntó: “¿Qué hace que digas estas palabras de asombro y excitación?”. Él respondió: “¡Oh Mensajero de Allah!. Nada más que el deseo de ser de entre sus habitantes”. El Mensajero de Allah Sallalahu Aleihi Wa Salam entonces dijo: “De hecho, tú eres seguramente de los que estarán entre sus habitantes”. Así que Umayr entonces tomó algunos dátiles de su bolsa y comenzó a comerlos. Entonces él dijo: Si yo fuera a vivir hasta haber comido todos los dátiles, entonces de hecho esta vida sería demasiado larga. Tiró lejos el resto de dátiles que tenía y luchó hasta que fue asesinado. 1

Esta fue también la postura tomada en los últimos tiempos:

Abu Moosa Al-Ash’aree Radiallahuanhu, mientras estaba en presencia de su enemigo, narró: El Mensajero de Allah Sallalahu Aleihi Wa Salam dijo: “De hecho, las puertas del Paraíso sestán bajo la sombra de las espadas”. Un hombre que estaba en una condición de mal estado se levantó y dijo: ¡Abu Moosa!, ¿oíste esto del Mensajero de Allah Sallalahu Aleihi Wa Salam?. Así que él dijo: ¡Sí!. Él se volvió hacia su amigo y dijo: Te doy el Salam (el saludo despedida de paz). Entonces rompió la funda de su espada, la lanzó lejos, entonces se precipitó dentro del grueso del enemigo y luchó hasta que fue asesinado. 2 y 3

Imaam Ash-Shaafi’ee (d. 204H), Rahimahullah, dijo:

“¡Oh alma mía!, no se trata, a excepción de unos pocos días de paciencia;
Como si la medida no fuera más que unos pocos sueños.
¡Oh alma mía!, pasa rápidamente a través de este mundo;
Y déjalo, porque de hecho la vida miente delante de ello”. 4


1.- Relatado por Muslim (n1 1901).
2.- Relatado por Muslim (nº 1902) y At-Tirmidi (nº 1659).
3.- Del libro: Jannah (páginas 5-6) del Shaykh Ali Hassan Al-Halabi.
4.- Relatado por Ibn Rajab en Fadl Ilmus-Salaf (página 63).

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Traducido del Inglés por: UmmuAbdulKarim Al Isbaniya






Vivir para morir o Morir para vivir

En el Nombre de Allah, el Clemente, el Misericordioso

Al-Istiqaamah

Dhul-Hijjah 1416H / May 1996CE

"La muerte es una realidad dura y terrible a la que se enfrentan todos aquellos que viven. Nadie tiene el poder para evitarla, ni nadie en torno a un moribundo tiene la capacidad para evitarla. Es algo que sucede a cada momento y es algo a lo que se enfrenta los jóvenes y los viejos, los ricos y los pobres, los fuertes y los débiles. Son todos iguales en cuanto a que no tienen ningún plan, ni ningún medio de escapar de ella, ningún medio de intercesión, no hay manera de evitarla, ni demorarla”. 1 Allah - Altísimo - ha dicho:

“Di: De hecho, la muerte de la que huís, con seguridad os encontrará, después se os devolverá a Allah, el Conocedor de todo lo oculto y de lo visto. Y entonces Él os dirá lo que solíais hacer”. (Surah Al-Jumu’ah, 62:8).

“Toda alma degustará la muerte. Y haremos a poneros a prueba con el mal y con el bien, y a Nosotros seréis devueltos”. (Surah Al-Anbiya, 21:35).

De hecho es la muerte: “lo que causa miedo en las almas, y con ello una de las acciones está sellada, y lo que viene después es aún más temeroso y angustioso. ¿Hay un lugar donde uno pueda escapar del castigo sufrido en la tumba?. ¿Cuál responderemos cuando seamos preguntados en la tumba?. De hecho, ni uno sólo de nosotros sabe dónde terminaremos. ¿Será el Paraíso cuya anchura es como los cielos y la tierra, o deberá ser el fuego cuyo combustible es de hombres y piedras?. 2

Ibrahim Ibn Adham (d. 160 H), Rahimahullah, dijo, cuando fue preguntado sobre el verso: “Invocadme y Yo os responderé”. (Surah Ghafir, 40:60). Ellos dijeron: Invocamos a Allah, pero Él no nos respondió. Así que él dijo:

“Conocéis a Allah; y aún no Le obedecéis. Recitáis el Corán; y aún no actuáis acorde a él. Conocéis a Shaytán; y aún continuáis de acuerdo con él. Reivindicáis amar al Mensajero de Allah Aleyhis Salam; y aún abandonáis su Sunnah (guía y camino). Reivindicáis amar el Paraíso; y aún no trabajáis para ello. Reivindicáis odiar el Fuego; y aún no paraís de pecar. Decís, de hecho la muerte es cierta; y aún no estáis preparados para ella. Os ocupaís con los errores de los demás; y aún no miráis vuestras propios errores. Coméis el sustento del que Allah os provee; y aún no estáis agradecidos a Él. Y enterráis a vuestros muertos; y aún no habéis atendido a esta lección.” 3.

Así que esto, oh noble lector, es la realidad que debe ser firmemente establecida en el corazón; la realidad es que la vida en este mundo es limitada y tiene un final señalado, y que este final llegará con seguridad…

“Los justos morirán; y los impíos morirán. Los guerreros que luchan en la Jihad morirán; y aquellos que se sientan en su casa morirán. Aquellos que se ocupaban en creencias correctas morirán; y aquellos que tratan a la gente como sus esclavos morirán. El valiente que rechaza la injusticia morirá. Y los cobardes que ambicionan aferrarse a esta vida vil morirán. La gente con altos objetivos y ambiciones morirá; y los miserables que viven para el divertimento barato morirán”. 4

“Cada alma degustará la muerte”. (Surah Al-Imran, 3:185).

“Así que ten en cuenta el punto de la muerte, y del paso a la próxima vida, y el número de pecados que uno ha cometido y la pequeña cantidad de cosas buenas que uno ha hecho. Piensa en lo bueno que encarecidamente te gustaría hacer en ese momento, entonces adelántate y hazlo hoy. Y piensa en todas esas cosas que desearías hacer para limpiarte a ti mismo, entonces límpiate de ello ahora”. 5.

  1. Al-Mawt (p.9) del Shaykh 'Alî Hasan al-Halabî.
    2. As-Salât wa Atharahu fî Ziyâdatil-Îmân (p.10) of Shaykh Husayn al-Awâishah.
    3. Al-Hâfidh Ibn Rajab relatado en al-Khushû' fis-Salâh (p.62).
    4. Al-Mawt (p.10).
    5. Al-Mawt (p.16).

Fuente: http://abdurrahman.org/

Traducido del Inglés por: UmmuAbdulKarim Al Isbaniya





“Oh musulmanes, no se dejen engañar, el innovador engañoso siempre se acercará a vosotros con una sonrisa en la cara…”

Sheik-Islam ath-Thaanee Ibn Al-Qayyim, que Allah Ensalzado tenga piedad de él, dijo:

"Y de entre su repertorio de planes y tácticas (de Shaytan) es que se acerca a los siervos (de Allah Ta’ala), con su buen carácter, buen humor y regocijándose de los tipos de pecado y maldad. Como resultado, él se encontrará y dará la bienvenida (al sunní) con ello, que no le permitirá salvarse de su mal, excepto por su alarde de disgusto, dando una mirada de enfado y alejándose de él. Por lo tanto, el enemigo actuará amablemente hacia él, saludándolo con alegría, una cara brillante y hermoso discurso. Entonces, él se le adosará, y tendrá un fuerte deseo de salvarse de sus garras, sin embargo no le será posible hacerlo. Como resultado, el enemigo (Iblis) continuará moviéndose entre ellos (los desviados, innovadores que trabajan para Shaytan y contra el siervo sunní) hasta que alcance su meta deseada. Por último, entra en el siervo con sus argumentos por medio de un buen carácter y un rostro radiante. Es por esta razón, que los “Doctores del Corazón” nos han aconsejado que nos alejemos de la gente de la Innovación, no extiendiéndoles los saludos de paz y felicidad con caras agradables o incluso que nos encontremos con ellos (en absoluto) a menos que sea con melancolía y severidad".

Extraído de: Ighaathatul Lahfaan 1/140

Fuente: http://abdurrahman.org/

Traducido del Inglés por: UmmuAbdulKarim Al Isbaniya

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